08 junio 2010

LA FALTA DE ESPACIO PÚBLICO ALIENTA EL VANDALISMO

Turistas agotados en busca de un descanso. Usuarios del Bicing. Pakistaníes vendiendo latas de cerveza. Camareros ahuyentando a los sin techo que piden limosna en las dos terrazas del lugar. Y agentes de la Guardia Urbana pendientes de que los skaters no rueden por la plaza dels Àngels de Barcelona, donde solían hacerlo hasta que el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) se convirtió en punto de interés turístico. Situaciones similares se viven en el resto de capitales, donde los bares tienen preferencia a las canchas de baloncesto.
La ciudad como mero escenario de intercambio mercantil, progresivamente privada de sus espacios públicos, sometida a una imparable especulación urbanística y cargada de símbolos de poder, constituye el escenario propicio para el vandalismo. Así lo pone de relieve el estudio El vandalismo como fenómeno emergente en las grandes ciudades andaluzas, editado por el Centro de Estudios del Gobierno regional, que detecta un incremento de la violencia juvenil contra bienes públicos y privados.



"Ciudad mercado"

Dicha subida, según el estudio, supone un "claro indicador de exclusión social" derivada de la falta de expectativas que impone a la juventud la llamada "ciudad mercado", cada vez más orientada al turismo en detrimento de la comodidad del ciudadano. En resumen: una juventud sin alternativas de ocio y poco espacio disponible muestra una mayor predisposición a percibir la ciudad como un espacio ajeno contra el que es lícito cometer actos de violencia.
Las conclusiones del estudio del Gobierno andaluz pueden extrapolarse a todas las ciudades neoliberales, según sus responsables. "La ciudad cara, inhóspita y difícil de disfrutar para quien no opta al consumo genera vandalismo", opina Francisco Aix, investigador del Departamento de Sociología de la Universidad de Sevilla y coautor del estudio, realizado a partir del número de alertas por actos vandálicos comunicadas al 112 y reforzado con entrevistas a policías, bomberos, servicios de emergencias y jóvenes de hasta 30 años realizadas entre 2005 y 2008. En toda Andalucía, se pasó de 574 llamadas al 112 en 2005 a 3.303 en 2008.
Francisco Aix, no obstante, puntualiza que el interés del estudio es fundamentalmente sociológico, ya que la definición cuantitativa del fenómeno es difícil, más aún por la integración en el 112 de llamadas que antes se realizaban a otros números de emergencias, como el 061 y el 062. "Pero sí es evidente", explica, "que los disturbios de 2005 en la periferia de París y su enorme proyección mediática generaron un efecto llamada en todas las ciudades analizadas".
Una voz reputada en el debate sobre la crisis del modelo de ciudad, el urbanista Jordi Borja, señalaba ya en 2001 que el fenómeno actual "no se trata de una crisis de la juventud [...]. Se trata de una crisis de sociedad, que excluye a una parte de los que representan su futuro", señala Borja en el texto La ciudad como desafío, realizado dentro de un proyecto educativo en Gijón.

fuente: Periódico Público 
P.F. / Á.M. / A.M.V. / P.R. SEVILLA / BARCELONA / MA 10/07/2009 

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